El Padre Nuestro (La oración del Señor)
Información de carácter general
La plegaria del Señor, o Padre Nuesto, es la única fórmula de oración atribuida a Jesucristo. Aparece dos veces en el Nuevo Testamento: en Mat. 6:9 - 13 y, en una versión más corta, en Lucas 11:2 - 4. En Mateo la oración se compone de una invocación y siete peticiones, las primeras tres de las cuales piden la glorificación de Dios, y las cuatro últimas, la ayuda y la guía divinas. En algunos manuscritos antiguos se encuentra una doxología final, "porque tuyo es el reino ....". Habitualmente los protestantes incluyen la doxología en su Padre Nuestro, no así los católicos romanos, aunque se la ha agregado en el nuevo orden de la misa. La plegaria, conocida en latín como el Pater Noster, es la oración principal y el vínculo unificador entre los cristianos.
L L Mitchell
Bibliografía
L Boff, La plegaria del Señor (1983).
Plegaria del Señor
Información Avanzada - I
La Plegaria del Señor es el nombre dado a la única forma de oración que Cristo enseñó a sus discipulos (Mat. 6:9-13). La doxología de cierre de la oración es omitida por Lucas (11: 2-4) y también en el R.v. de Mat. 6:13. Esta oración no contiene alusión alguna a la redención ni al rol del Espiritu Santo. "Toda oración cristiana se basa en la Plegaria del Señor, pero su espíritu se guía también por el de la Oración en el Huerto y de la oración registrada en Juan, 17. El Padre Nuestro es el tipo comprehensivo de la oración más simple y universal."
Plegaria del Señor
Información Avanzada - II
El significado del modelo de Jesús para la oración, en Mat. 6:9-13, debe buscarse en el contexto más amplio de las unidades 6:5-13 y 6:1-18, que indican que Jesús contrasta lenguaje superficial con lenguaje profundo en la adoración a Dios. El Padre Nuestro no es una fórmula que El mismo rezara o pidiera a sus discípulos rezar, sino que ilustra el tipo de oración propio de la persona que adora profundamente y sin hipocresía. Todo el Sermón de la Montaña (Mat. 5-7) se sigue de la declaración de Jesús en 5:20: "Porque yo os digo que, a menos que vuestra justicia supere a la de los fariseos y de los maestros de la ley, de ninguna manera entraréis en el reino de los cielos". Tres expresiones de adoración genuina se dan en forma germinal en 6:1-18: (1) la limosna (2-4); (2) la oración (5-6, con 7-15 como modelo); y (3) el ayuno (16-18). El tema de 5:20 se aplica a estas tres áreas y se articula en la advertencia "Cuidaos de practicar vuestra piedad delante de los hombres de modo que os vean; porque así notendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos" (6:1). La advertencia es contra el actuar ante un público; aquellos que dan, oran o ayunan superficialmente tendrán su recompensa (parte a, repetida en 6:2, 5, 16). Los que oran genuinamente recibirán su recompensa de Dios, que ve el el "krypto", en secreto (parte b, repetida en 6:3-4, 6, 17-18). La frase y el párrafo de 6:1-18 (con 6:19-21 como resumen) traen a colación el contraste superficial/ profundo e ilustran el modelo dominical de la enseñanza de Jesús, recogido por Pablo en su antítesis del "katá sarka" (según la carne) y "katá pneuma", según el espíritu (como en Gal. 5:16-24).
La era escatológica irrumpió con la venida de Jesús, y ahora la ley ya no está inscrita en piedra sino en el corazón (Jer. 31:33). La verdadera oración debe ser una respuesta profunda y espontánea a Dios, no un juego superficial en público simplemente para acopiar favor ante el mundo. Los pensamientos en la unidad más grande de 6:1-18, con el resumen de 6:19-21, aclaran el serio contraste de contrarios en que debe entenderse el Padre Nuestro.
La ubicación que da Lucas a la oración correspondiente (Lucas 11:1-4) en el contexto inmediato de Maria y Marta ("Marta, Marta, estás ansiosa y preocupada de muchas cosas, ... Maria ha escogido la mejor parte, que no le será quitada" 10:41-42) y el amigo importuno y los dichos relacionados ("pidan, y se les dará", 11:9; "¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espiritu Santo a quienes se lo pidan'", 11:13) indica su comprensión similar del significado subyacente en el ordenamiento que Jesús da a los valores en la nueva era.
Visto en el contexto de los contrastes escatológicos de Jesús, el Padre Nuestro constituye un modelo para ordenar correctamente las prioridades del reino. Tanto Mateo 6:9-13 como Lucas 11:2-4 preservan el ordenamiento de Jesús: primero Dios, después las necesidades humanas. En tanto Jesús hace uso de fuentes judías al formar la plegaria, no la diseña para ser usada como una pieza litúrgica establecida, sino como un modelo para el corazón sensible a las exigencias de la nueva era. La plegaria sigue una misma línea en Mateo y Lucas:
- Petición al Padre por su gloria
- Introducción: "Padre nuestro que estás en el cielo" reconoce la íntima relación de Jesús y los creyentes con la familia de Dios, que está por sobre los valores terrenales transitorios.
- 1. Primera petición: "santificado sea tu nombre". Esta oración reconoce el derecho soberano de Dios sobre el mundo y anticipa la respuesta humana y la consumación final en la era escatológica (cf. Rom. 10:13; 15:9; Fil. 2:9-11).
- 2. Segunda petición: "venga a nosotros tu reino". Esta oración incluye la urgencia escatológica del "ya / no todavía" del reinado inaugurado de Jesús.
- 3. Tercera petición: "hágase tu voluntad así en la Tierra como en el cielo". Ésta es una extensión del tema unificado de las dos primeras peticiones, indicando la meta soberana del plan escatológico de Dios y de la importancia del papel de los creyentes (implicado) en el ruego para su completitud.
- Direccionamiento de las necesidades humanas al Padre
- 4. Cuarta petición: "danos hoy nuestro pan de cada día". Aquí no sólo se consideran las necesidades diarias sino probablemente también un anticipo del banquete mesiánico.
- 5. Quinta petición: "perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden". El tema aquí es una actitud apropiada, como en la configuración más amplia en Mat. 6:1-21. A menos que uno esté en disposición de perdón en el sentido de Mat. 6:14-15, no va a pedir o a recibir el perdón divino.
- 6. Sexta petición: "no nos dejes caer en tentación, y líbranos del mal". La tentación debe ser entendida como prueba (peirasmos); cf. Lucas 22:28; I Pedro 1:6. En el Nuevo Testamento a menudo se traduce "thlipsis", tribulación (e.g., Juan 16:33; Rom. 12:12), que tiene connotaciones no sólo actuales sino también escatológicas futuras en vista de la prueba final al ´termino de los tiempos (Mat. 24:21; Marcos 13:24; I Pedro 4:12). La versión de Mateo se puede traducir como "líbranos del malvado", es decir, del demonio o del Anticristo; la petición está cargada de tensión escatológica, ya que Jesús sabe que la inauguración del reino de Dios en territorio ocupado por el enemigo significará prueba y sufrimiento tanto para El como para sus seguidores, hasta el final.
La doxology usada comúnmente para concluir la plegaria no está bien atestiguada en la tradición manuscrita, aunque está de acuerdo con el tema original.
R G Gruenler
Bibliografía
J. Calvin, Institutos 3.20.34 y sgts. ; F. Chase, La Plegaria del Señor en la Iglesia Primitiva; R. Guelich, El Sermón de al Montaña; J. Jeremias, La Plegaria del Señor; E. Lohmeyer, La Plegaria del Señor; W. Luthi, La Plegaria del Señor, una Exposición.
Esta traducción ha sido hecha por: María Victoria Castillo
Este tema presentación en el original idioma Inglés
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