Los orígenes del Metodismo son inseparables de las carreras de los hermanos Wesley. Influenciado por el Moravismo, en 1738 organizaron pequeñas "sociedades" dentro de la Iglesia de Inglaterra para compartir el estudio de la Biblia, la oración y la predicación religiosa. La doctrina se basó en una interpretación arminista de los Treinta y Nueve Artículos pero enfatizó la experiencia personal de la conversión, aseguramiento y santificación. Los Wesley y su asociado Whitefield viajaron extensamente, predicando a grandes y entusiastas multitudes de gente de trabajo; el movimiento se extendió a casi toda Inglaterra; en Irlanda hubo un notable crecimiento, y un tanto menos en Gales y Escocia. Para fortalecer la pertenencia personal se formaron las "bandas" y "reuniones de clase", y el conjunto fue unificado (1744) por John Wesley en la Conferencia Británica.
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Pronto se produjeron varias divisiones entre los Metodistas. Entre 1797 y 1815, la Nueva Conexión Metodista, la Iglesia Metodista Primitiva, y los Cristianos de la Biblia se separaron de la Conferencia; se unieron en dos fusiones (1907, 1932) con la rama principal para formar la Iglesia Metodista en Gran Bretaña, que hoy tiene cerca de 800.000 miembros. La organización central es la Conferencia Británica, que recientemente ha entrado en negociaciones ecuménicas con la Iglesia de Inglaterra. Whitefield hizo varios viajes de prédica en Norteamérica y fue una figura influyente en El Gran Despertar. El Metodismo Wesleyano fue establecido posteriormente en Estados Unidos por misionarios laicos no oficiales tales como Philip Embury, Barbara Heck, Robert Strawbridge y Thomas Webb; y por misioneros designados por John Wesley, y cuyos jefes fueron Francis Asbury, Richard Boardman, Joseph Pilmore y Thomas Rankin. En 1784 la ordenación efectiva por Wesley de dos misioneros y el nombramiento de Thomas Coke como "superintendente" para EEUU condujo a la formación de la Iglesia Metodista Episcopal en Baltimore. (La adopción por parte de Coke del título de obispo no fue aprobada por Wesley; la iglesia británica no había adoptado una estructura episcopal).
En 1830, en una controversia sobre la autoridad episcopal, una minoría fuertemente liberal formó la Iglesia Protestante Metodista; en 1843, un grupo de metodistas que se oponían a la esclavitud dieron comienzo a la Iglesia Metodista Wesleyana de los EEUU. Al año siguiente La Conferencia General se dividió en materias relativas a la esclavitud y a la autoridad episcopal, y se formó la Iglesia Metodista Episcopal, Sur, en la convención de Louisville en 1845; en 1860 lo hizo la Iglesia Metodista Libre, que era antiesclavitud y teológicamente perfeccionista. La Iglesia Metodista Episcopal fue sacudida por la controversia sobre la santificación e interpretación de la Biblia (fundamentalismo). Se organizaron también tres grandes iglesias negras, en gran parte en protesta contra el prejuicio racial: la Iglesia Episcopal Metodista Africana (1816), la Iglesia Episcopal Metodista Africana de Sión (1820), y la Iglesia Episcopal Metodista de Color, más tarde Cristiana (1870).
La unión se logró en 1939 con la formación de la Iglesia Metodista por parte de las corrientes norteña y meridional y los Protestantes Metodistas; una jurisdicción central racialmente identificada seguió siendo fuente de controversia hasta su abolición en 1968. En ese año la iglesia se fusionó con la Iglesia Evangélica Unida de los Hermanos para formar la Iglesia Metodista Unida, que mantiene una gran casa editorial, Abingdon Press, hospitales y hogares, e instituciones de educación superior, incluídos 13 seminarios teológicos.
Tanto la Sociedad Misionera Metodista Británica como el Directorio Norteamericano de Ministerios Globales han llevado a cabo esfuerzos misioneros en todo el mundo. Las iglesias metodistas tienen una relación cercana entre sí en la Conferencia Metodista Mundial, que elige al Consejo Metodista Mundial, y en el Consejo Mundial de Iglesias.
Frederick A Norwood
Bibliografía
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Norteamericano (1974); H Richardson, Salvación Oscura (1976); B Semmel, La
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En 1735 los Wesley viajaron a Norteamérica como misioneros, pero no antes de que John, joven sacerdote anglicano más bien angustiado, observara: "Mi motivación principal es la esperanza de salvar mi propia alma". En la primavera de 1738 John Wesley volvió a Inglaterra lleno de una agobiadora sensación de fracaso. Se sintió atraído por la piedad y el sentimiento de íntima seguridad tan notablemente evidenciados por los Moravios. Wesley sabía que eso faltaba en su propia vida a pesar de su disciplina exterior; estimaba que había fallado en dar frutos de "santidad interna". Convencido de la necesidad de la fe y del testigo interno, Wesley pasó una torturante primavera temiendo que a la avanzada edad de treinta cinco años tanto la vida como Dios estuvieran dejándolo de lado.
De mala gana, escribe más adelante, fue convencido de asistir a una reunión de estudio de la Biblia el 24 de mayo de 1738, en la calle Aldersgate, donde un laico desconocido exponía el comentario de Lutero a Romanos. Allí, escribe Wesley, "sentí mi corazón inusualmente reconfortado. Sentí que confiaba en Cristo, sólo en El para la salvación; y tuve la seguridad de que El había quitado mis pecados". La experiencia de Aldersgate, momento definitivamente crucial en la vida de Wesley, no fue tanto una experiencia absoluta de conversión (como la que se llegó a asociar con los movimientos de renovación en Inglaterra y EEUU), como la firme recepción de la seguridad de la propia salvación de este sacerdote. Aldersgate era lo que Wesley necesitaba.
Alrededor de 1739 el movimiento metodista, clara y agresivamente evangelístico y tremendamente disciplinado, se extendió como una hoguera mediante la predicación directa y de laicos, bandas y sociedades. Las "reglas para bandas" exigían una vida muy disciplinada, un riguroso programa de reuniones en las que se esperaba que los miembros de la sociedad compartieran detalles íntimos de sus vidas diarias, confesaran entre sí sus pecados, rezaran unos por otros, y exhortaran a miembros de su clase en la santidad íntima y las buenas obras. El entusiasmo de los despertares cayó bajo el control de las bandas o sociedades. Las reuniones de oraciones semanales; el uso de un sistema de itinerarios de predicadores viajeros; las conferencias anuales; el establecimiento de capillas; la prolífica emisión de ensayos, cartas, sermones e himnos; y la superintendencia general de John Wesley, se convirtieron en el sello de lo que emergería como movimiento metodista mundial.
Comenzando con las congregaciones de la Iglesia de Inglaterra que proscribieron a John Wesley de sus púlpitos en 1738, antes de Aldersgate, las tensiones con la iglesia establecida fueron inevitables y finalmente disruptivas. La inclinación de Wesley por la organización y la disciplina probablemente aceleró la serie de rupturas que dieron a los fieles llamados Metodistas sus varias denominaciones.
A medida que el despertar renovador vino a incluir el Metodismo, el trabajo se extendió de Inglaterra a Irlanda, Escocia y Gales, donde en 1764 se estableció formalmente una minoría de orientación calvinista. Pronto hubo predicadores laicos en Estados Unidos, estableciendo circuitos a lo largo de los Estados medio Atlánticos bajo la supervisión de Francis Asbury, enviado por Wesley en 1771. En 1744 se efectuó una conferencia en Londres y se adoptaron criterios para la doctrina, liturgia y disciplina. Los Wesley mantuvieron sus lazos personales (ordenación) y dedicación a la Iglesia de Inglaterra con su énfasis en los sacramentos y sus opiniones antipapales. Episcopal en su organización, la Conexión Metodista fue controlada autocráticamente por John Wesley. Cerca de 1784 Wesley concluyó que nadie individual sería un sucesor idóneo, por lo cual hizo un "Acta de Declaración" en la que proclamó su sucesor legal a un grupo de cien de sus líderes más capaces (el "Ciento Legal"). Esto hizo que las sociedades metodistas quedaran desde entonces debidamente constituídas como entidades legales, que se entendían como ecclesicla in ecclesia, pero formalmente separadas de la Iglesia de Inglaterra. También fundamentó la Conferencia Anual como la autoridad principal en el sistema metodista.
En septiembre de ese mismo año Wesley cedió a la presión americana de hacer que sus predicadores administraran los sacramentos, ordenando como ancianos a dos ayudantes laicos, y a Thomas Coke como superintendente general, sin consultar con su conferencia. Fue persuadido a ello por la Cuenta de la Iglesia Primitiva de Peter King (1691), donde los presbíteros tenían la misma autoridad espiritual para ordenar que los obispos en la iglesia original, y por la negativa de los Obispo de Londres en 1780 de ordenar a ninguno de los predicadores metodistas en los Estados Unidos. Los tres hombres recientemente ordenados fueron enviados a construir toda la obra metodista en EEUU. En la Conferencia de Navidad en Baltimore en 1784 Coke ordenó a Asbury y se organizó la Iglesia Episcopal Metodista; Coke y Asbury fueron elegidos superintendentes generales. La nueva denominación adoptó el Servicio Dominical basado en el Libro de Plegaria Común, y los Veinticinco Artículos de Religión, resumidos por Wesley de los Treinta y Nueve Artículos.
Continuando en su trabajo entre las sociedades, Wesley ordenó varios presbíteros en Escocia e Inglaterra, y para el ámbito misionero. Al contrario del Metodismo en los Estados Unidos, en Inglaterra no se consumó ninguna separación formal hasta después de la muerte de Wesley en 1791. En 1793, un esfuerzo conciliar por parte de la Iglesia de Inglaterra culminó en un "Plan Formal de Pacificación" en 1795. Pero la separación final ocurrió en 1797, pues ya se había cruzado el Rubicón en 1784, y la organización formal del Metodismo estaba bien asentada hacia principios del siglo XIX.
En Inglaterra varias organizaciones metodistas surgieron del movimiento metodista principal, y las Conferencias Metodistas Ecuménicas formalizaron un espíritu conciliar renovado. Entre 1907 y 1933 diversos grupos se unieron para formar parte de la Iglesia Metodista. El 8 de julio de 1969, un plan que llamaba a la fusión de las comuniones metodista y anglicana fue derrotado por las Convocaciones Anglicanas, donde el concepto del episcopado histórico como cargo y no como orden resultó inaceptable. En Canadá la Iglesia Metodista de Canadá se unió con la Presbiteriana y selecciono Iglesias Unidas junto con Iglesias Congregacionales para formar la Iglesia Unida de Canadá.
En los Estados Unidos hay muchas organizaciones de orientación metodista. Algunas surgieron de disputas sobre asuntos doctrinales; otras, a partir de intereses sociales. La Iglesia Metodista Wesleyana, fundada en la década de 1840, se inspiró en Orange Scott, nativo de Nueva Inglaterra, que carecía de educación formal pero que estaba comprometido con el movimiento abolicionista. La Iglesia Metodista Protestante, que se oponían a lo episcopal, se separó en 1828. Hacia 1860 las tensiones doctrinales y sociales eran intensas, y se fundó la Iglesia Metodista Libre, en gran parte bajo inspiración de B T Roberts. En 1844 se formó la Iglesia Metodista Episcopal, del sur, a raíz del problema de la esclavitud.
Otras denominaciones metodistas importantes en los Estados Unidos son la Metodista Episcopal Africana (1816), la Africana Sión (1820), y la Metodista Cristiana Episcopal (1870), todas negras, que suman más de 2,5 millones de miembros. En el año 1939 se fusionaron las Iglesia Metodista Episcopal, del sur, Metodista Protestante, y Metodista Episcopal, formando así La Iglesia Metodista.
Un grupo de pietistas alemanes bajo la dirección de Jacob Albright fue atraído al Metodismo y en 1807 organizaron la Recién Formada Conferencia Metodista, o Conferencia Metodista Alemana. Los predicadores metodistas laicos angloparlantes no podían servir a este grupo inmigrante de habla alemana, así que en 1816 se formó la Asociación Evangélica. Durante este mismo período Phillip Otterbein, amigo de Asbury, junto con Martin Boehm fundaron en 1815 los Hermanos Unidos en Cristo entre inmigrantes germanoparlantes, con su orientadora Conferencia General. En 1946 estas dos iglesias de inmigrantes alemanes se combinaron para formar la Iglesia de los Hermanos Evangélicos Unidos (la EUB, por su sigla en inglés). Con su carácter étnico en declinación, y claramente metodista en procedimientos y teología, la EUB se fusionó en 1968 con La Iglesia Metodista para formar La Iglesia Metodista Unida.
Activo en aspectos sociales, el Metodismo ha seguido los pasos de los Wesley y de Richard Watson. El mandato teológico abrazado en el Credo Social de 1908 continúa como un desafío para los metodistas y otros credos cristianos en la lucha por la justicia social. En los círculos ecuménicos, G Bromley Oxnam (1891-1963) y Frank Mason North (1850-1935) se ocuparon de desarrollar el Consejo Federal y Nacional de Iglesias. E.Stanley Jones (1894-1973), evangelista extraordinario, también fue importante para los esfuerzos ecuménicos y evangelistas mundiales del Metodismo. El ex obispo EUB Reuben H Mueller (1897-1982) y Glenn R Phillips (1894-1970) fueron dirigentes en los días formativos de la Consulta sobre la Unión de la Iglesia. John R. Mott (1865-1955) figuró prominentemente en la formación del Consejo Mundial de Iglesias, y el metodista Philip Potter es el actual secretario ejecutivo general del Consejo. Dentro del Metodismo, el Consejo Metodista Mundial se reúne cada cinco años y está compuesto por unos cincuenta delegados que representan unos cincuenta millones de adherentes.
Siempre caracterizado por su énfasis en la fe práctica, el Metodismo y sus varios derivados han intentado evitar un confesionalismo estricto. La adición de una nueva sección a la Disciplina de 1972, "Nuestra Tarea Teológica" (que formaliza una postura de pluralismo doctrinal que se remonta al sermón de Wesley "Espíritu Católico"), fue un reconocimiento de la amplia diversidad de opiniones dentro del Metodismo moderno sobre el adecuado equilibrio de ortodoxia Wesleyana y teología de la experiencia. Concordante con este desarrollo, en el Metodismo norteamericano está apareciendo una teología neo-Wesleyana asociada a J Roberto Nelson, Albert Outler, Robert Cushman y Carl Michalson. El ministro metodista episcopal africano James Cone combina las consideraciones de la teología negra con su herencia metodista; John B Cobb, Jr, y Schubert M Ogden exploran su teología Wesleyana desde la perspectiva de modos de pensar de procesos. Finalmente, la Federación Metodista de Acción Social urge al Metodismo a conservar su conciencia social, y el Movimiento de las Buenas Noticias, grupo metodista renovacionista de corriente evangélica, procura traer al Metodismo a su herencia teológica Wesleyana tradicional.
P A Mickey
Bibliografía
F A Norwood, ed., Fuentes del Metodismo Norteamericano; E S Bucke, ed., Historia
del Metodismo Norteamericano; H Bett, El espíritu del Metodismo; H Carter, La
Herencia Metodista; W J Townsend, H B Workman, G Eayrs, eds., Nueva Historia del
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